Esta mañana han comenzado las obras para dotar al colegio Ricardo Campillo de un comedor escolar, una larga demanda de la comunidad educativa del centro. Los trabajos, impulsados por las concejalías de Educación y de Obras y Servicios, consistirán en la adaptación de un pabellón en desuso para conseguir que disponga de las dependencias necesarias para su nuevo uso.

El proyecto elaborado por los servicios técnicos municipales tenía un presupuesto de licitación de 46,042,92 euros. No obstante, el proceso de libre concurrencia abierto por el Ayuntamiento de Santomera ha permitido la presentación de cuatro ofertas, la más baja de las cuales, a cargo de Joaquín Muñoz López, se ha llevado el contrato por un total de 36.300 euros. Las obras tienen un plazo de ejecución de quince días hábiles, de manera que deberán finalizar, como mucho, durante la segunda semana de febrero.

Se cumplirá así el compromiso contraído hace unos meses por el equipo de Gobierno municipal con la dirección y la ampa del colegio, según remarcó el edil de Obras y Servicios, Joaquín Rubio Gomariz. La concejala de Educación, María José Medina Palao, destacó por su parte que, "además de ampliar la más que colmatada oferta de plazas de comedor existente en nuestro municipio, avanzaremos hacia el objetivo de que todos los centros del municipio presten los mismos servicios y estén en igualdad de condiciones".

Cuando los trabajos concluyan, el pabellón, que anteriormente ocupaba el alumnado de Infantil, quedará convertido en un comedor escolar. Una de las dos aulas existentes servirá propiamente como refectorio con capacidad para cuarenta comensales, mientras que la otra se dividirá por la mitad, dando cabida a la cocina y a una sala polivalente. También se partirá un despacho para habilitar un vestuario y una despensa y se construirá una nueva puerta en la cocina para facilitar el acceso y la salida de materiales. Por otro lado, se mantendrán los aseos y el cuarto de limpieza.

Servicio de cáterin

La directora general de Centros, María Dolores Valcárcel, ya se comprometió en su momento a aportar el personal necesario y el servicio de cáterin con el que funcionará el nuevo comedor. De resolverse rápidamente esa cuestión, el comedor podría comenzar a funcionar a lo largo de febrero.