La residencia de mayores de Santomera abrirá sus puertas mañana, después de que el centro recibiera el viernes la preceptiva acreditación por parte de la Comunidad Autónoma. Era ese el último de los numerosos trámites que Ayuntamiento y empresa concesionaria han debido llevar a cabo para la puesta en marcha de un proyecto que ha tardado en hacerse realidad nada menos que veinte años.
En junio de 1996, el Gobierno regional se comprometió a construir en Santomera una residencia de la tercera edad. Las obras comenzaron tres años más tarde, pero las inversiones por parte del Gobierno regional se paralizaron en varias ocasiones hasta finales de 2006, cuando se acordó que la mercantil Sergesa concluyera el proyecto a cambio de los derechos de explotación por cuarenta años. Los problemas financieros por los que atravesó la empresa concesionaria, sumados a otras circunstancias, terminaron provocando que el edificio no haya estado listo hasta ahora.
La residencia de Santomera contará con 114 plazas de estancias permanentes y con otras 25 disponibles en el centro de día. Para el equipo de Gobierno que preside la socialista Inma Sánchez Roca, "el principal objetivo ahora es conseguir que la Comunidad Autónoma cumpla con su parte y asuma el concierto de plazas públicas para garantizar que el edificio esté al servicio de todos, independientemente de sus posibilidades económicas". De hecho, a iniciativa del PSOE, el Pleno municipal ya aprobó por unanimidad el 21 de abril una moción que reclama el concierto por parte del Instituto Murciano de Acción Social (el IMAS) de las 25 plazas del centro de día y de al menos el 65% de las de estancias permanentes. La alcaldesa valoró al respecto que "se trata de una petición factible y legítima, dado que el resto de municipios disponen de convenios similares al que ahora solicitamos nosotros".
Gran expectación
Con la vista puesta en plazos tan inminentes, el Ayuntamiento de Santomera y Sergesa aprovecharon los últimos días de mayo para realizar dos actos promocionales: una charla informativa, que reunió a alrededor de 150 personas, y una jornada de puertas abiertas que sumó casi cuatrocientos visitantes e incluyó un recorrido guiado por las principales dependencias del edificio. "Sabíamos que los vecinos aguardaban estos momentos con mucho interés, pero nunca pensamos que existiera una expectación tan enorme", apuntan desde la empresa concesionaria. "Algunos no podían creerse lo que estaban viendo: después de casi dos décadas de espera, por fin pudieron acceder al edificio y comprobar que está completamente construido y perfectamente equipado", añade la alcaldesa de Santomera.
Recuerdo a los impulsores
Con el apoyo de los cuatro grupos políticos, el Pleno municipal acordó el 19 de mayo que la residencia lleve el nombre de Manuel Campillo González, benefactor que en 1936 testó la donación de su patrimonio incluyendo el histórico palacete de Casa Grande y el conocido como Huerto de la Alegría, donde hoy se levanta la residencia para el establecimiento de un asilo de pobres. Del mismo modo, el salón principal del edificio recordará a Encarna Sánchez Fernández, vecina que desde 1995 y hasta su muerte, hace dos años, impulsó la comisión encargada de defender la última voluntad de Manuel Campillo González y, con ello, la construcción de la residencia de ancianos.