Cruz: “La fiesta de Moros y Cristianos permite que conozcamos mejor cómo se ha forjado nuestro carácter y nuestro ser como pueblo”

El consejero de Cultura aludió en el pregón de Santomera a la profunda huella que ha dejado la convivencia entre razas, religiones y culturas

El consejero de Cultura, Juventud y Deportes, Pedro Alberto Cruz, proclamó en su pregón de las fiestas de Moros y Cristianos de Santomera que “la presencia de tanta belleza y esplendor en las calles santomeranas se justifica por sí sola, y da pie a que los actos que con tanta brillantez organizan kábilas y mesnadas rememoren un pasado histórico del que somos deudores, cuyo conocimiento, de un modo festivo y distendido, contribuye sobremanera a que valoremos mejor nuestras señas de identidad; a que seamos mucho más conscientes de cómo se ha forjado nuestro carácter, nuestro ser como pueblo; a que comprendamos que los murcianos somos herederos, en mayor o menor medida, de las distintas civilizaciones y culturas que, a lo largo de los siglos, se han asentado en este rincón del sureste español”.

El pregón festivo contuvo un recorrido por los principales hechos históricos que vivió la frontera entre los reinos de Murcia y Valencia entre los siglos XIII y XIV, con referencia expresa a la existencia de una alquería en el lugar que ocupa hoy Santomera y al hecho de que en 1272, “casi 30 años después de la capitulación de Murcia y seis más tarde de la definitiva reconquista del Reino por Jaime el Conquistador, a propósito del reparto de los heredamientos de la capital entre los nuevos pobladores castellanos y catalanes, apareció por primera vez citado el nombre de Santomera, sobre cuyo incierto origen no acaban de ponerse de acuerdo historiadores y lingüistas”.

Pedro Alberto Cruz aprovechó su discurso para referirse también a la convivencia entre distintas culturas y a la tolerancia, y aludió a la antigüedad y arraigo de las distintas celebraciones de Moros y Cristianos que tienen lugar en las distintas regiones españolas, advirtiendo a los concurrentes que “al contrario de lo que muchos puedan pensar, se trata de una celebración antiquísima. Hay documentos que así lo acreditan, donde se da fe de manifestaciones de esta índole, de carácter festivo, motivadas por algún evento señalado, por conmemoraciones relacionadas con los señores feudales o con visitas del Rey a la población. Llegaron a celebrarse, incluso, antes de la total Reconquista de la Península. Así, nos ha llegado noticia fehaciente de la celebración de fiestas de este tipo en el remoto año de 1150 en Lérida, en 1426 en Murcia y en 1463 en Jaén”.

Centrándose en los Moros y Cristianos de Santomera, el consejero de Cultura recordó que “el año próximo se cumplirán 30 desde que los festeros de la calle del Molino sembraron la simiente; y cualquiera que compruebe hoy la dimensión que ha alcanzado la fiesta, puede admirarse y aplaudir el trabajo desarrollado desde entonces, capaz de convertir aquella ingeniosa forma de celebrar a la Patrona en un evento consolidado, autónomo, reconocido en el plano regional e imprescindible dentro del calendario festivo de la localidad”.

Cruz indicó también que “la evolución de las celebraciones, regidas por la Junta Central, ha permitido aunar la condición lúdica con la histórica, a la manera en que se hiciera ya en el medievo, ofreciendo testimonio, a la vez, de la profunda huella que dejó en nuestra tierra el largo período de coexistencia entre musulmanes y cristianos. Y es esa la razón por la que este pregón está envuelto en una serie de ceremonias y escenificaciones que contribuyen a ponernos en situación, a disponer el ánimo para afrontar la fiesta, a introducirnos en un ambiente y familiarizarnos con unos personajes”.

Finalmente, el pregonero anunció el momento de “dar paso a la fiesta, de otorgar el protagonismo a embajadores y reinas, a kábilas y cuarteles, a músicas y desfiles. Los ingredientes son espléndidos, los motivos para el disfrute numerosos. Sólo resta dejarse atrapar y envolver por el ritmo acompasado de los sones festeros, por el redoble de los timbales, por el vaivén armónico de las filas y escuadras. Disfruten intensamente de la fiesta propios y forasteros. Y sea bienvenida la edición correspondiente a 2008 de este impar acontecimiento que nos congrega y nos habla del entusiasmo y la dedicación de quienes, no contentos con hacerlo posible, lo hacen cada vez mejor”.

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